El Gobierno laborista australiano ha decidido apoyar al grupo ecologista 'Humane Society International' (HSI) en el caso legal presentado ante el Tribunal Federal contra la empresa ballenera japonesa 'Kyodo Senpaku Kaisha'.
Según la demanda de HSI, esa empresa caza regularmente dentro de la reserva ballenera australiana, cerca de la Antártida, lo cual, según alega el grupo, es contrario a la Ley australiana de Conservación de la Biodiversidad y Protección del Medioambiente (EPBC). La medida del Gobierno sigue a la decisión adoptada el 24 de noviembre por el Consejo de ministros, que acordó que el Gobierno creará mecanismos para fortificar cualquier demanda futura que pueda presentarse ante los tribunales internacionales en relación a la caza practicada por los balleneros.
La posición del Gobierno laborista es contraria a la mantenida en los últimos años por la anterior administración, la de la Coalición Liberal, cuyo líder, Brendan Nelson, advirtió hoy que la demanda de HSI puede afectar a las relaciones con Japón, un importante socio comercial de Australia.
En febrero de este año, la organización ecologista Greenpeace informó que Japón ha cazado al menos 7.650 ballenas 'con pretexto científico' entre 1987 y 2006, algo que la Comisión Ballenera Internacional (CBI) permite sólo para esos fines.
Por su parte, HSI reveló que de las 505 ballenas minke capturadas en la Antártida el pasado verano, un total de 262 eran hembras embarazadas.
El programa anual de caza japonés para el presente verano austral se puso en marcha el pasado noviembre y se propone capturar 50 ballenas jorobadas (Megaptera novaengliae), 935 ballenas minke (Balaenoptera acutorostrata)y otras 50 ballenas de Aleta (Balaenoptera physalus) en el Océano del Sur.
La CBI solicitó a Japón el pasado junio que detenga su programa de 'capturas con fines científicos', tras una resolución no vinculante auspiciada por Australia, uno de los países que con mayor insistencia se opone al plan. La CBI ha ratificado la moratoria vigente desde 1986 contra la caza de ballenas con fines comerciales, pese a las presiones niponas para que se levante el veto para la pesca a pequeña escala.
Noruega es el único país del mundo que permite la pesca comercial de cetáceos, pero Japón e Islandia cazan más de 2.000 ballenas al año con fines 'científicos', lo que, según las organizaciones ecologistas, es una forma encubierta de realizar capturas comerciales.
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http://actualidad.terra.es/ciencia/articulo/gobierno_apoyara_tribunales_grupo_ecologista_2123132.htm
sábado, 15 de diciembre de 2007
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